23.2.10

The White ribbon






Teniendo en cuenta que hoy es mi primer día de blog y nadie me saca de casa, voy a dedicarle la entrada a uno de mis directores predilectos: Michael Haneke.

Hace poco fui a verla con gato y panda. Y por suerte, es una de las pocas que he visto últimamente que no me ha decepcionado, tras la esperada Pocahontas 3 (Avatar) y Shutter Island puedo decir que La cinta Blanca me ha devuelto la poca esperanza a encontrar algo digno en las salas.

SINOPSIS en dos lineas/ En un pueblo de la Alemania norte de 1913, varias familias ven como extraños acontecimientos perturban la tranquilidad de la vida de éstas.

La película en sí, se "centra" en la vida de un maestro de escuela (Christian Friedel), el propio narrador de la historia. Y en todo caso el protagonista (Al menos, parece que sea el mas interesado en resolver el misterio del pueblo). Pero dejando de lado los protagonistas, la película es un constate salto de imágenes, Haneke nos ofrece en resumidas cuentas, muchas historias, bueno... nos cuenta y no nos cuenta.

Me explico, la película simplemente gira, y gira de tal manera, que pese estar soberbiamente contextualizado cada acontecimiento, lo que Haneke propone, es una potente muestra de bocetos incompletos, empezando con mil tramas de las que "pueden" conectar con la evidente trama principal, y deja paso al espectador a acabar o no, esos bocetos al aire.

Tal vez puedas quedarte con ganas de saber que ha pasado con la puta de turno, pero, ¿Que mas te da? Acaso sabes como acabo la historia de amor de la vecina del quinto? La cinta Blanca nos convierte en otro "voyeur" mas de la sociedad. Un curioso estado del cual no estamos acostumbrados a sentirnos ante una cómoda butaca de cine... Donde nos dan todo masticado, donde existe un principio, donde existe un final, donde cada muerte visionada es un sorbo de cocacola y un dulce sabor a maíz.

En conclusión, La Cinta Blanca es la fría y ruda visión de unos personajes en una época determinada, escenas e imágenes hipnotizantes, un trato firme hacía el espectador, un film que te dejara sin aliento.

Ni el cine mas gore, ni el thriller mas terrorífico pueden con el bisturí de Haneke.



Recuerda a/ Cache (escondido) y El pueblo de los niños malditos (1960)